Ahora mismo me encuentro sentada en el Stansted Express, el tren que me va a llevar desde el aeropuerto hasta el centro de Londres, allí mi aventura seguirá por el misterioso mundo del metro, algunos os reiréis pero como en Alicante no hay metro para mi es algo completamente nuevo. El billete lo compré con tiempo desde casa y lo he llevado en el móvil así he ahorrado hacer colas y pagarlo más caro, cuantos menos papeles menos riesgo de perderlos. No recuerdo muy bien cuánto me costó, 7 u 8 libras, pero no mucho mas.
El vuelo ha sido tranquilo, creo, porque lo he pasado en su gran mayoría dormida, un poquito de "baches" pero muy bien, a pesar de no simpatizar demasiado con Ryanair. Lo bueno de ir dormida es que no me he enterado del mercadillo que montan para arriba y para abajo durante todo el trayecto.
He salido desde el aeropuerto de Manises (Valencia), por eso la salida desde Alicante ha sido algo temprana. Nunca había estado en ese aeropuerto, es chiquitito. El aeropuerto de Stansted también es pequeño, aunque no me he paseado por él, llegada, aduana y recogida del equipaje, sin pérdidas y sin esperar demasiado. ¡Ay el equipaje! Tres maletas, no soy exagerada, es que la grande va vacía porque no me han dejado aumentar los quilos, así que a hacer músculos hoy, y con la lluvia que está cayendo ya no me hace tanta gracia, pero he de decir que desde el tren se ve todo precioso, y el chocar de las gotas contra el cristal es una maravilla.
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Poco puedo contaros del metro, mucha escalera para arriba y para abajo y nada de mecánicas, seguro que hay ascensor, pero como la suerte nunca está de mi lado no lo he visto. El transbordo tampoco ha sido complicado hacerlo, menos mal no he tenido problemas sino me veo llorando.
La llegada a la casa ha sido algo caótica, mi host family llegó la noche del martes de sus vacaciones y se encontraban en la misma situación que yo, desubicados y con mucho que hacer, además esta semana tienen visita así que la casa está muy llena. Al abrir la puerta se ven maletas aun por vaciar y ordenar, juguetes, muchos juguetes. Los que más extrañan son los niños, sobretodo el pequeño, aun no llega al año y los últimos meses los ha pasado en casa de los abuelos, así que poco recuerdo de esta casa tiene y encima llega una desconocida para quedarse con él.
Tras poner un poco de orden en a cocina salimos al supermercado más cercano, sí, necesito leche sin lactosa y pan sin gluten y no tenemos ni idea de dónde encontrarlo, por suerte en Lidl tienen leche de soja y yogures y en Tesco pudimos encontrar pan, seguro que hay en mas supermercados y con mejores precios, ya iré inspeccionando la zona. Después de la compra fuimos a uno de sus parques favoritos, me gustó mucho porque cada zona de juego está vallada y cerrada con una puertecita, así es más seguro.
Jueves 27 de agosto
Hoy ha sido mi primera experiencia sola con los niños, el pequeño de casi un año y la mayor de casi tres. Hemos desayunado, cantado, bailado, comido y de nuevo al juego. Como aun no conozco la zona no hemos salido de casa, aunque no hemos estado nada mal. La tarde ha sido algo más light, paseo al parque con la mami y su amiga, baño de los niños y cena.
Estoy tan agotada que cenar a las 8:30pm no me supone ningún problema. Acabo de mirar la hora de mi ordenador y aun no está cambiada, su mente sigue en España, y la mía también porque no siento que esté en Londres.
Estoy tan agotada que cenar a las 8:30pm no me supone ningún problema. Acabo de mirar la hora de mi ordenador y aun no está cambiada, su mente sigue en España, y la mía también porque no siento que esté en Londres.
A ver si para la próxima entrada os puedo contar algo de la zona y poneros fotos.
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